sábado, 1 de octubre de 2016

"EL ABURRIMIENTO DE LA OSTRA PRODUCE PERLAS" ...(José Bergamín)...



Aquella noche él me vino a buscar y esta vez no con un ramo de flores. A su lado tenía dos sillas azules sospechosamente parecidas a las de las piscina. Su mirada traviesa me invitó a seguirle. Se desvió del camino y con paso alegre se adentró en el bosque centenario. El sonido de los búhos acompañaba nuestras pisadas al tiempo que las hojas de los árboles se abrían dejando ver la verde ladera junto al lago. Allí mismo colocó las dos sillas, muy juntitas, para que sirvieran de descanso mientras mirábamos el cielo más estrellado que jamás había visto nunca. Y así estuvimos más de dos horas. 
Me preguntó en qué estaba pensando y sentí un nudo en la garganta. ¿Cómo le podía explicar el revuelo interior que un rato de introspección me había provocado? Quería gritarle al mundo ¡Basta ya! ¡Reclamo el derecho a que una persona pueda soñar despierta sin que nadie la tilde de perezosa o vaga! 
Estamos equivocados; vivimos en una sociedad en la que el silencio significa aburrimiento, en la que siempre estamos conectados a las redes sociales, siempre pendientes de si nos han enviado un mensaje, de si alguien ha subido una foto o nos ha dado algún me gusta a nuestra última actualización. Desde pequeños nuestros padres nos llenan de actividades extraescolares para asegurarse de que no queda ningún hueco de nuestra vida "desperdiciado".
Todos parecen olvidar que el ser humano no es una máquina sino un ser frágil y a la vez fuerte, un ser lleno de contradicciones que lucha por obtener sus propias respuestas.
Soñar despiertos nos permite evadirnos del presente y anticipar lo que puede ocurrir, lo cual nos hace más fuertes. Cuando estamos absortos en nuestro propio mundo, nuestro cerebro trabaja de forma oculta y nos ofrece soluciones que de forma consciente no veríamos. De todas formas, ¿qué es el proceso creativo? ¿Cómo funciona realmente? Yo creo que la sociedad actual se empeña en olvidar que todos los grandes y pequeños inventos fueron soñados primero por gente aventurera que se atrevió a divagar. Según mi experiencia, la imaginación es capaz de crear una realidad palpable. ¿Será por eso que no nos quieren dejar soñar despiertos? 
Como bien podréis comprender yo no podía explicarle a él todo esto porque habría estropeado la magia del momento. Así que me limité a darle un beso en la mejilla mientras susurraba: "¡Gracias!"